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Fragancias en el hogar: ¿una atmósfera acogedora a costa de nuestra salud?

Durante el invierno, muchas personas utilizan fragancias para crear un ambiente cálido y festivo en sus hogares. Desde velas aromáticas con esencia de jengibre, canela y pino, hasta difusores con incienso y mirra, el uso de aromas para evocar el espíritu navideño se ha vuelto cada vez más popular.

Este creciente interés también se refleja en el mercado. En 2023, el mercado de fragancias para el hogar en el Reino Unido generó ingresos de 685,5 millones de dólares (unos 540 millones de libras esterlinas) y se espera que alcance los 1.203 millones de dólares (aproximadamente 950 millones de libras) en 2030. Parte de este crecimiento se debe a la mayor conciencia de los consumidores sobre la calidad del aire en interiores.

¿Mejoran realmente la calidad del aire?

Aunque productos como las velas aromáticas, ambientadores y varillas de incienso pueden enmascarar malos olores, no eliminan los contaminantes dañinos del aire. De hecho, investigaciones recientes indican que estos productos pueden ser perjudiciales para la calidad del aire en interiores.

Dos estudios realizados en hogares irlandeses, después de mejoras energéticas, mostraron que ciertas actividades de los ocupantes —como quemar velas, fumar o bloquear las rejillas de ventilación— empeoran significativamente la calidad del aire.

En habitaciones con poca ventilación, el uso de velas perfumadas o el hábito de fumar, especialmente cuando se bloquean las salidas de aire o se mantienen las ventanas cerradas, puede aumentar la concentración de partículas finas hasta 15 veces por encima del límite recomendado por la OMS, y estos niveles pueden tardar en volver a la normalidad.

Contaminantes invisibles y efectos en la salud

Al quemar velas o inciensos, se libera una compleja mezcla de compuestos químicos y partículas, que incluyen gases tóxicos como monóxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno.

Además, estos productos generan compuestos orgánicos volátiles (COVs), perjudiciales para la salud. Las partículas pueden provocar efectos a corto plazo como tos, estornudos e irritación en ojos, nariz, garganta y pulmones. A largo plazo, se asocian con enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón y bronquitis crónica. También pueden agravar condiciones preexistentes como el asma.

Sorprendentemente, si se queman cantidades iguales de cigarrillos e inciensos, los inciensos emiten cuatro veces más partículas contaminantes. En hogares donde no se fuma, las velas perfumadas pueden ser la principal fuente de estas partículas.

Incluso los aerosoles ambientadores introducen partículas ultrafinas en el ambiente, junto con diversos COVs. El parpadeo de la llama en una vela puede aumentar la emisión de carbono negro, y si se usan en espacios pequeños como baños o dormitorios, la concentración de contaminantes puede llegar a ser considerablemente alta.

El problema de lo “natural”

Muchos consumidores optan por fragancias “naturales” pensando que son más seguras. Sin embargo, incluso los ingredientes naturales pueden liberar contaminantes al quemarse, y algunos compuestos pueden reaccionar con el ozono presente en el aire interior, generando subproductos potencialmente tóxicos.

Los fabricantes no están obligados a divulgar todos los ingredientes utilizados en las velas perfumadas, y se estima que menos del 10% de los ingredientes de fragancias para el hogar en EE. UU. son públicos.

Riesgos adicionales y recomendaciones

El uso frecuente de ambientadores se ha relacionado con migrañas, dermatitis y ataques de asma. Los óxidos de nitrógeno son uno de los principales contaminantes gaseosos generados por velas aromáticas, y pueden dañar los pulmones y las vías respiratorias. Algunos compuestos como benceno, ftalatos y formaldehído son potencialmente cancerígenos.

La exposición a corto plazo al humo de velas puede incluso afectar la función cognitiva, y la exposición crónica al humo de incienso ha sido vinculada con deterioro cognitivo.

¿Cómo reducir los riesgos?

Si te encanta ambientar tu hogar con fragancias, hay formas de hacerlo de manera más segura:

  • Utilízalas en espacios grandes y bien ventilados, como la sala de estar.
  • Evita bloquear rejillas de ventilación o mantener ventanas completamente cerradas.
  • Apaga las velas al aire libre para reducir la emisión de humo al extinguirlas.
  • Modera la frecuencia de uso de estos productos, especialmente en habitaciones pequeñas.

Las fragancias para el hogar pueden aportar calidez y confort a nuestros espacios, pero su uso debe ir acompañado de precauciones. La evidencia científica sugiere que, aunque embellecen el ambiente, también pueden poner en riesgo nuestra salud, especialmente cuando se usan de forma habitual en espacios mal ventilados. Estar informados y tomar decisiones conscientes puede ayudarnos a disfrutar de sus beneficios sin comprometer nuestra calidad de vida.